
China es un país jóven que nace en el año 1949 fundada por el Partido Comunista Chino una vez que Mao Tse Tun logra vencer a las fuerzas del General Chiang Kai-Shek y lo exilia junto a su República de China en Taiwan. A partir de ese momento, China paga los altos costes de su Guerra Civil durante muchos años y se enquista en el comunismo, pero a partir del año 1992 con Deng Xiao Ping, entienden que su única salida para crecer se basa en la adopción progresiva de premisas capitalistas y en su entrada en la Organización de Comercio Internacional.

China ha entrado por tanto en mercados tecnológicos como la informática, la tecnología LED o los móviles o smartphones a una velocidad endiablada, consiguiendo que el número de terminales en su país creciese a más de 10 veces lo que lo hacía en otros países y llegando a más de 1.100 millones de usuarios de móviles el año pasado.
Eso ha hecho que las oportunidades en este sector hayan llamado a fabricantes de otros productos que han pasado de producir incluso textil a producir terminales móviles o smartphones, los cuales aunque inicialmente no tenían una gran calidad, en los últimos tiempos realmente compiten en el mismo nivel e incluso superan a las marcas más punteras (el Xiaomi Mi3 consigue niveles Antutu superiores al Samsung Galaxy S5).

En el barrio de Huaqinbei de Shenzhen, donde me he alojado, he podido comprobar la frenética actividad del mercado de móviles chinos y el ir y venir de cajas precintadas para diferentes mercados de la ciudad y también para los couriers que los distribuyen a través del mundo, y las tiendas que estas marcas han abierto en la ciudad en un radio no superior a 1 km y que consituyen un ejemplo digno de mención y de admiración. En las diferentes ilustraciones de esta entrada podéis ver diferentes tiendas de THL, Zopo y Meizu, las cuales como podéis ver en la última de las imágenes, están contiguas y juntas en la misma calle.
Empresas que han nacido hace menos de 5 años constan con potenciales de producción de más de 100.000 terminales mensuales, poseen más de 1.000 trabajadores, y empiezan a abrir sus propias tiendas, incluso algunas cuentan ya con más de 1.000 puntos de venta, para seguir el crecimiento de sus marcas. Luckyarn y su filial Jayu distribuyen todos estos terminales a un precio muy por debajo de la competencia gracias a la experiencia en importación de Luckyarn y el buen hacer de nuestro equipo técnico de Jayu en la elección, puesta a punto y venta de estos móviles chinos en Barcelona.













